HAD GADYA (EL LISSITZKY)

«Comenzamos con el niño pequeño, el objeto de adoración de Egipto. Pero un gato puede comerse a un niño y un perro puede morder a un gato, y un palo puede golpear a un perro, etc .. Cada uno de estos elementos que la gente ha adorado tiene un superior. La conclusión de la canción, y la conclusión del Seder, así, es una conclusión que todos conocemos, y que cantamos con grandes gracias: D-s es supremo, y Él es nuestro protector.»
Rabino Yehuda Prero.

El Lissitzky pintó un conjunto de acuarelas en 1919 a las que dio el nombre de Had Gadya (Una pequeña cabra). Fue una de sus primeras obras, de cuando ilustraba libros infantiles en yiddish (judeo-alemán) para promover la cultura judía en Rusia.

Had Gadya está basada en una canción que lleva el mismo nombre y que se entona cuando finaliza el Seder de Pesaj. Es una canción-trabalenguas —canción de Pascua— que narra cómo un cabrito es comido por un animal que a su vez es comido por otro, y así hasta que el Ángel de la Muerte (representado por un hombre que lleva corona y está tirado en el suelo) es abatido por Dios, quien rompe el ciclo de la destrucción.

Lazar Márkovich Lissitzsky (El Lissitzky) está considerado uno de los pintores más importantes de las vanguardias del siglo XX. Fue arquitecto, diseñador gráfico de teatro y cine, fotógrafo, pintor e ilustrador de portadas de libros, carteles y revistas. Nació en Rusia en el seno de una familia burguesa y judía —remarco sus raíces hebreas porque están muy presentes en toda su obra y en concreto en Had Gadya, su trabajo más polémico. Had Gadya dio pie a interpretaciones diametralmente opuestas. El silencio del pintor, que nunca aclaró la razón por la que utilizó este tema para su creación, ha añadido más morbo a la controversia.

El debate está servido. Unos piensan que se trata de una parábola sobre la Rusia comunista y sobre la situación en la que se encontraba el pueblo judío después de que Lenin planteara la necesidad de erradicar las identidades nacionales con el fin de crear una cultura de masas y de poder ejercer un control más férreo sobre el pueblo; otros creen que Had Gadya es una oda a la Revolución bolchevique, levantamiento que terminó con los pogromos de la época anterior.

Had Gadya tiene dos interpretaciones que se oponen. ¿Ha llegado el Día del Juicio de la mano de la Revolución o comienza otro éxodo para el pueblo judío? ¿Representa el Ángel de la Muerte al aniquilado régimen zarista o representa el Ángel de la Muerte al imperio romano que destruyó el Segundo Templo, como se describe en La Torah, y entonces se trata de una parábola política? En toda manifestación artística el espectador dice la última palabra. Es un juego. Te toca decidir.

Pero hay dos características de la vida del pintor que hay que tener en cuenta a la hora de optar por una u otra lectura sobre Had Gadya. Una es su disposición a divulgar las nuevas ideas comunistas. La Escuela de Arte de Vítebsk (Bielorrusia), fundada en 1919 y dirigida por Marc Chagall, con la participación de Kasimir Malévich, fue creada como herramienta propagandística del régimen estalinista y en ella fue profesor El Lissitzky. El Suprematismo de Malévich y el Cubismo de El Lissitzky dieron jaque mate a las corrientes estéticas que tenían como pauta el arte por el arte. La Revolución Rusa necesitaba instrumentos para divulgar su ideología y los artistas, como «constructores» de un nuevo mundo, se pusieron al servicio de la propaganda: el arte tenía que decir cosas concretas, tenía que ser útil a la sociedad y si no era así tenía…  que desaparecer.

El Lissitzky revolucionó el diseño gráfico con los fotomontajes y con una nueva tipografía, en la que las figuras geométricas jugaron un papel relevante, así como los blancos, negros y rojos de la paleta suprematista. El Lissitzky inventó la expresión artística denominada Proun, que significa romper la bidimensionalidad del cuadro, «sacar» la pintura al espacio.

¡Golpead a los blancos con la cuña roja!, El Lissitzky, grabado, 1919.

El Lissitzky consiguió un lenguaje visual que permitió, al simplificar las formas, la recepción inmediata de la idea que se quería transmitir. ¡Golpead a los blancos con la cuña roja! es un ejemplo del carácter propagandístico de su obra y de cómo trabajaba el mensaje subliminal: en el cartel, la afilada cuña roja —el ejército bolchevique— hiere, mortalmente, a la esfera blanca —ejército blanco integrado por conservadores y monárquicos—, que será engullida por el fondo negro. Las esquirlas rojas son el símbolo del sacrificio que conlleva toda gran hazaña.

El artista ruso nunca manifestó abiertamente su adhesión al nuevo poder. Pintó, pero no habló de ideologías. Murió de tuberculosis en el año 1941 y a Stalin no le faltó tiempo para deportar a su mujer y a su hija a la «acogedora» Siberia. Por cierto, su obra sufrió los mismos avatares que las obras de la gran mayoría de sus compatriotas: fue «congelada» en el limbo por papá Stalin.

La otra cuestión a tener en cuenta para analizar Had Gadya, como he dicho antes, son sus raíces judías.

¿Por qué Had Gadya? El Seder de Pesaj celebra el fin de la esclavitud del pueblo judío y su salida de Egipto. Es un acontecimiento muy importante para la comunidad religiosa judía y es una fiesta que no sólo recuerda un acontecimiento sucedido hace muchísimo tiempo. El Pesaj es símbolo de la Salvación y de la posibilidad que tiene cada hombre de conseguir su Salvación. Pero también el Pesaj recuerda que la libertad a cualquier precio no es libertad si no son respetados los preceptos divinos. Por tanto, en aquellos lugares donde la Palabra es mancillada el hombre no es libre, sino esclavo. Y sabemos que en el régimen comunista soviético el único dios a alabar era Stalin.

Had Gadya es el tema que El Lissitzky escogió para pintar la serie que lleva ese nombre. Had Gadya se canta al final de la Seder, es una canción infantil que se entona dentro de una celebración que tiene como finalidad educar a los niños dentro de las tradiciones semitas.

¿Es el Dios que El Lissitzky representa en Had Gadya el que ha llegado para cambiar las cosas, para salvar al pueblo o es, por el contrario, el Dios que está por venir? Hay que tener en cuenta que, en su afán por liquidar lo viejo y buscar nuevas formas de expresión que representaran los nuevos tiempos, el reciente Estado marcó la senda por donde tendrían que desfilar los intelectuales rusos. Y no olvidar tampoco que todos estos cambios sociales son lo suficientemente atractivos como para dejarse embaucar por los «cantos de las sirenas» que anuncian, a base de una iconografía cargada de fusiles, aviones, submarinos y tanques, que los sueños se hacen realidad.

¿Cuántas lecturas puede tener una obra de arte? ¿Un cuadro termina cuando el pintor guarda los óleos y limpia los pinceles? Existen tantas interpretaciones como espectadores. El arte necesita para cerrar su ciclo de nuestra mirada. Entonces, ¿es una exaltación a la era soviética o es Had Gadya un lamento?

firma gabriela2

HAD GADYA
(Letrilla de la canción y litografías.)

Un cabrito, un cabrito que por dos zuzim mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El gato llegó y se comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El perro llegó y mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El palo pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El fuego llegó y quemó al palo que pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El agua llegó y apagó el fuego que quemó al palo que pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El buey llegó y bebió el agua que apagó el fuego que quemó al palo que pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El degollador llegó y degolló al buey que bebió el agua que apagó el fuego que quemó al palo que pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El Ángel de la Muerte llegó y mató al degollador que degolló al buey que bebió el agua que apagó el fuego que quemó al palo que pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que por dos monedas mi padre había comprado.
Un cabrito, un cabrito.

El SANTO llegó, bendito sea, y mató al Ángel de la Muerte que mató al degollador que degolló al buey que bebió el agua que apagó el fuego que quemó al palo que pegó al perro que mordió al gato que comió al cabrito que papá compró por dos zuzim.
Un cabrito, un cabrito.

CANCIÓN INFANTIL EN LA QUE SE INSPIRÓ EL LISSITZKY

«Comenzamos con el niño pequeño, el objeto de adoración de Egipto. Pero un gato puede comerse a un niño y un perro puede morder a un gato, y un palo puede golpear a un perro, etc .. Cada uno de estos elementos que la gente ha adorado tiene un superior. La conclusión de la canción, y la conclusión del Seder, así, es una conclusión que todos conocemos, y que cantamos con grandes gracias: D-s es supremo, y Él es nuestro protector.»
Rabino Yehuda Prero.

 

ENLACES RELACIONADOS

De Chagall a Malévich. El arte en revolución.

Mi nombre es Asher Lev (Chaim Potok).

Una ventana al mundo. Relatos inéditos (Isaac Bashevis Singer).

La destrucción de Kreshev (Isaac Bashevis Singer).

Marc Chagall. Entrevista con James J. Sweeney.

Dostoievski, Bakunin y Nechayev.

Hijo de este tiempo (Klaus Mann).

Marina Tsvietáieva: «Diario de la Revolución».

La librería de los escritores (Mijaíl Osorguín).

El arte en revolución. De Chagall a Malévich.

Los vagabundos (Máximo Gorki). Novela.

Cerámicas y esculturas de Marc Chagall acompañadas del poema “Como un bárbaro”.

Marc Chagall, el pintor bígamo, el de los dos amores: Vitebsk y París.

La máscara de Dimitrios (Eric Ambler). Película.

El papel de mi familia en la revolución mundial.

Del Renacimiento a las Vanguardias. Obras maestras del Museo de Bellas Artes de Budapest.


Compártelo con tus amigos: