A PETR GINZ

Fotografía de Petr Ginz (1928-1944).

 

A PETR GINZ, ASESINADO EN AUSCHWITZ

Petr avanza por un bosque de álamos doblados. Lleva los bolsillos vacíos, pues los gusanos cabezudos y las cochinillas han dejado sin frutos los almendreros.

El chico tiene miedo y está agotado. Petr pisa descalzo, con la complicidad engañosa de la luna de Julio Verne, las hojas muertas y los guijarros.

Como un potro salvaje, que en sus ojos puros lleva anclado el espanto, galopa desarmado el sufrimiento. Petr cree que vence a la maldad y corre contra las manecillas de un preciso Flieger.

Petr es muy joven para comprender su estéril afán.

SOBRE PETR GINZ

Uno de los siete tripulantes de la nave Columbia, buque que explosionó el 16 de enero del 2003 sobre Texas y Luisiana, era Ilan Ramon (1954-2003). Ilan, primer astronauta israelí, subió a bordo del transbordador espacial un dibujo inspirado en los cuentos de Julio Verne. Está hecho a lápiz  —en blanco y negro— y representa a la tierra vista desde la luna.

Tierra desde la luna se ha convertido en el símbolo del Holocausto judío. El dibujo fue creado en el campo de concentración de Theresienstadt y es obra de Petr Ginz, el muchacho que murió en Auschwitz.

A Theresienstadt llegó, el 24 de agosto de 1943, un grupo de adolescentes que formaba parte de las negociaciones que los aliados llevaban a cabo con los alemanes. Pero las conversaciones, que tenían el objetivo de intercambiar chicos por prisioneros de guerra, fracasaron y los jóvenes, muchos de los cuales colaboraban con la revista Vedem, fueron enviados a Auschwitz, junto con el personal que los atendía —ninguno sobrevivió.

Tierra desde la Luna, Petr Ginz.

Petr, admirador de las novelas de Verne, nos dejó un diario que inició en 1941 y que tuvo que abandonar en 1942, cuando fue deportado. Se encuentra publicado en el catálogo Acantilado bajo el título de Diario de Praga —la edición, además de apuntes autobiográficos, incluye artículos, poemas y dibujos del adolescente que, durante su breve estancia en Theresienstadt, dio vida a Vedem, revista literaria, hecha a mano y que circulaba clandestinamente.

El dibujo de Petr Ginz atravesó el espacio celeste, como el proyectil que Julio Verne envió a la luna. El proyectil nunca llegó a su destino final, aunque se aproximó. La nave Columbia no pisó tierra, aunque se acercó. El dibujo de Petr viajó por la bóveda celeste y regresó. Cosas del destino.

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