CARTA DE UNA DESCONOCIDA

«No me reconociste entonces, ni me has reconocido nunca».

Carta de una desconocida (1922) es una novela de corta extensión y largo alcance sentimental. Es una tempestad de emociones. Es un monólogo intenso y que no deja indiferente al lector, pues no hay un solo pensamiento, ni una sola frase que no provoque en nosotros el deseo de arropar a la protagonista sin nombre.

Una vida solitaria y tormentosa, resultado de una obsesión enfermiza, es la que se muestra en Carta de una desconocida. Una mujer decide, en plena adolescencia, vivir a través de un hombre seductor y mujeriego para el cual fue rosa de unas pocas noches. Ella, la protagonista, conoce al novelista R con trece años y comienza un amor platónico que, luego de muchas idas y venidas, se materializa en unas cuantas horas de placer y un largo peregrinar sobre espinas. 

Editorial Acantilado.

La literatura de Stefan Zweig está marcada por dos sentimientos a los que el escritor dedicó no pocas de sus tramas. Esos sentimientos son el enamoramiento apasionado y la compasión.

En Carta de una desconocida es imposible que el lector no sienta misericordia por una mujer hermosa, tímida y víctima de una convicción férrea. Una joven que convirtió su pasión en su «única vida». El amor en esta vibrante correspondencia, que es pilar de la narración, es enfermedad del alma.

Carta de una desconocida es, de entre todas las obras cortas de Zweig, mi preferida. Lo es por su hondura psicológica y por su dramatismo. La novela, que se desarrolla en Viena en 1900, está dividida en cinco tiempos y ha sido publicada por varias editoriales.

Creo que aunque veas la versión cinematográfica, que hizo en 1948 el director Max Ophüls (1902-1957), convendría que leyeras la narración de Stefan Zweig. La cinta es muy buena, pero hay cambios importantes.

En la novela, la historia de la protagonista da un giro trascendental que es suavizado en el filme —el puritanismo norteamericano de la época puede que sea la causa de la alteración del relato—. Sin embargo, la película muestra, con la misma intensidad que la narración, cómo el destino de la mujer sin nombre es el mismo que el de una cuerda de violín tensada hasta su ruina.

ENLACES RELACIONADOS

Mendel el de los libros (Stefan Zweig).

Una historia crepuscular (Stefan Zweig).

Clarissa (Stefan Zweig).

Oscar Wilde, Alla Nazimova y Natacha Rambova. “Salomé”, película íntegra.

James Joyce: “Los muertos”. Incluye la película.

El triunfo de la belleza (Joseph Roth).

1984. Película (adaptación cinematográfica de Orson Welles).

El pequeño lord (Frances Hodgson Burnett). Incluye la película.

Las uvas de la ira. Película.

Robert Malthus y «Soylent Green».

«El regador regado». Primera película de ficción.


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