FRENTE A FRENTE

«El que quiere arañar la luna, se arañará el corazón».
Federico García Lorca

¿De qué se nutre la energía que nos mueve? ¿Qué crees comprender y no comprendes? ¿Qué dudas? ¿Qué es eso que no ves y que te muerde?

A la manera ágil de los sonetos, en Frente a frente, dos poetas dialogan sobre la voluntad, el destino, la espiritualidad, la tristeza, el amor, la muerte, la esperanza…

Frente a frente es la culminación de un reto. Margarita Otero Solloso y José Tadeo Tápanes Zerquera se conocieron en Facebook, en un foro dedicado a la poesía. Fue así como surgió este volumen. Si ya es curioso que el mismo naciera en la red lo es más aún la forma en la que decidieron intercambiar opiniones; pues no sólo resolvieron permutarse los roles de emisor y receptor, sino que establecieron un duelo en el que las ideas serían expuestas con la armadura de los sonetos.

Margarita Otero Solloso.

¡Sonetos!, esas composiciones aparentemente naturales y que, sin embargo, requieren de artificio, concreción y cálculo; esos liantes que ponen al descubierto los sentimientos de sus autores.

¡Cuán distintos son los dos poetas que dan vida a la controversia que es Frente a frente! Si Margarita cree más en lo que no se ve (su visión es cristiana), Tadeo es más ecléctico. La cosmovisión diferente que tienen sobre la vida, sustentada en sus experiencias personales, enriquece el diálogo, que se anuda al compartir ambos un mismo propósito: la receptividad. 

El poemario comienza con un soneto de Margarita cuyo verso final da pie a la réplica de Tadeo. Así se inicia un duelo de almas que me ha hecho ver Frente a frente desde dos perspectivas: la de lectora y la de espectadora, porque de todos es sabido que el soneto y las artes escénicas han demostrado ser buenos amigos —sirvan de ejemplo a lo que afirmo las obras de William Shakespeare (1564-1616) y Juan Ruiz Alarcón (1581-1638), pioneros en  incorporar la estructura del soneto al teatro, así como algunos dramas importantes del Siglo de Oro. 

Al tener Frente a frente dos voces diferentes los sonetos ni siquiera tienen que ser fragmentados, lo que facilita la dramatización —aquí abro una ventanita por si los autores se animan a saltar de la acción pasiva (lectura) a la activa (representación escénica).

Broche de oro.

Propongo una adaptación para que estos poemas experimenten el vértigo de las tablas. Como he dicho antes, estamos ante sonetos-diálogos, ante una conversación que evidencia diferentes caracteres y conciencias, que muestra coincidencias y discordancias entre los autores. Las fuerzas en conflicto se encuentran en ellos mismos (protagonista-antagonista). 

Propongo que, además del placer de leer o de escuchar, podamos gozar la discusión musicalizada que los dos amigos internautas nos ofrecen en Frente a frente. Teatro proviene de Theatron, una palabra griega que significa mirada.

Eso es lo que he querido regalarles a los autores, una mirada diferente. El soneto sobre papel no se comporta igual que cuando es representado. El soneto tiene el poder de cambiar de aspecto. ¿Por qué, entonces, no aprovechar su capacidad de metamorfosearse? ¿Por qué no darle a la imagen poética un decorado? ¿Por qué no convertir el verso en imagen visual en movimiento?

José Tadeo Tápanes Zerquera.

Tadeo nació en la isla de Cuba y vive en el norte de España. Margarita nació en el norte de España y vive en las Islas Canarias. Podría decirse, parafraseando al escritor y poeta cubano José Lezama Lima (1910-1976), que Frente a frente es el resultado del «azar recurrente».

Ahora les dejo con dos momentos del libro: el diálogo que lo inicia y otro en el que la esperanza encuentra su acotejo. Caracterizo a los dos autores con máscaras venecianas, a fin de cuentas el soneto es hijo de Italia.

Ah, y al final del todo encontrarás un vídeo, que pedí a mi hermana Claudia que le hiciera a nuestro padre, donde Manuel Díaz Martínez recita un soneto que escribió para este poemario. Es necesaria una aclaración: Marotsy es el apodo con el que Margarita firma sus poemas y sus fotografías. 

Frente a frente se encuentra dentro del catálogo de Ediciones Beginbook.

*

SONETOS

(Se inicia el diálogo).

FRENTE A FRENTE
(Habla Margarita).

Hoy me alcé de mi lecho diferente,
despertando de un sueño que he vivido;
tomar otro camino he decidido
tras mirarme al espejo frente a frente.

Huiré de esa calle desolada,
en donde he deambulado sin hallarte,
dejaré de seguirte y de buscarte
en esa senda oscura y enturbiada.

Hoy he visto la luz de mi mirada,
y no vi tu reflejo, sino el mío,
y sentí como nunca mi extravío

al confiarte mi amor ilusionada
y creer que iba a llenarme tu vacío;
¡vano intento de un alma enamorada!

VANO INTENTO DEL ALMA,
VANO INTENTO
(Habla Tadeo).

Vano intento del alma, vano intento
de subir a los cielos asustada
y hoy buscaste y no viste en tu mirada
más que un eco desordenando el viento.

Echaste al fin a andar y el movimiento
vuelve a hacerte mujer ilusionada.
No mires hacia atrás, que no hay más nada
que la estatua de sal de tu lamento.

No mires hacia atrás, como veía
el ojo que al mirar se quedó ciego.
No mires hacia atrás que es fantasía,

sus lágrimas fantasmas y su ruego.
El alma es una piedra que se enfría
aunque lata un volcán allá en tu fuego.

(Se dicen muchas cosas en el poemario hasta llegar a este momento).

NO EXISTEN IMPOSIBLES
(Habla Margarita).

No existen imposibles si uno lucha
con toda la energía de su esencia,
y encamina sus pasos con paciencia
hacia sus metas, y si a Dios escucha.

Pues si pones tu empeño en alcanzarlas
y son nobles las causas que deseas,
el cielo te abre puertas si flaqueas
y podrás por seguro, así, lograrlas.

A Dios has de rogar y el mazo usar,
lo dicen refranero y escritura,
y es esta una verdad clara y segura

que has de poner a prueba sin dudar,
porque también Jesús nos lo asegura;
que si pides con fe se te ha de dar.

YO NO QUIERO PEDIR, PUES ME DA MIEDO
(Habla Tadeo).

Yo no quiero pedir, pues me da miedo
que exceda la confianza mi pedido
y luego el pensamiento remitido
me cause tras la muerte algún enredo.

Por eso en mis plegarias me concedo
sólo un poco de paz, y aquí en mi nido
al habla con los dioses que se han ido
les quiero susurrar, pero no puedo.

¡Quién tuviera tus alas, Margarita!
Quién tuviera tus alas, quién tuviera
tus alas para hacerle una visita

al Dios que siempre tienes a tu vera
renovando de amor tu fe marchita
y haciendo que tu canto no se muera.

RECADO CORDIAL A MAROTSY
Manuel Díaz Martínez

 

ENLACES RELACIONADOS

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