PARA SIEMPRE

«Y mi pena dejó de asustarme tanto.»

Cuando un niño recibe respuestas fantasiosas a las preguntas que hace sobre sus experiencias personales se ve atrapado en un mar de confusiones. Explicar a un niño la muerte de un ser querido con frases sin sentido, al estilo de «ha caído en un profundo sueño», «ha emprendido un viaje muy largo», «se ha transformado en estrella»…, es mentir sobre un proceso natural que forma parte de la vida y que él descubrirá tarde o temprano.

Para siempre es un cuento que ayuda a los menores a entender la muerte. Para ello, la autora se vale de tres herramientas: sencillez, sensibilidad y realismo, tres condiciones necesarias para aliviar el dolor que provoca la ausencia física de una persona amada.

Son varias las incógnitas que despeja el libro. Camino García, psicóloga y autora del cuento, se centra en diversas situaciones que llevan a las siguientes conclusiones sobre el asunto que trata:

1. La muerte no es un acontecimiento negativo, sino un hecho natural e irreversible.

2. La muerte llega en cualquier momento de la vida, independientemente de la edad que se tenga.

3. La muerte se gestiona a través del duelo. Es normal sentirse triste, llorar, experimentar miedo, desconcierto, enojo…, pues son emociones desencadenadas por el vacío que deja un ser querido.

4. La muerte se manifiesta de manera diferente en cada persona.

5. La vida y la muerte no se pueden separar, forman parte de nuestra existencia.

6. La muerte es un hecho concreto y pone fin al ciclo de la vida.

7. El dolor, gestionado a través del duelo, provoca una energía positiva que conduce a un nuevo descubrimiento: aquello que hemos querido y perdido nos acompaña toda la vida a través de los recuerdos; de forma y manera que la pérdida no lo es del todo.

Camino García aconseja explicar la muerte con franqueza. Mentir, evitar el tema o tratarlo con ñoñería convierte el problema en uno mayor porque, a cambio de ganar algo de tiempo, la desconfianza terminará interponiéndose entre el adulto y el menor.

Para siempre está protagonizado por una niña a la que cada vez que se le muere una mascota le dan una versión distinta sobre el por qué ha fallecido y dónde descansa el animal que ha perdido. Estas explicaciones no evitan que ella descubra por sí misma que todo lo que ha escuchado no son más «que formas bonitas de decirte que una persona o animal que quieres ya no está». Son contestaciones que no despejan ni su pena ni sus dudas.

Para siempre es un libro que aconsejo sea leído primero por los padres. Es una herramienta eficaz que permite a los adultos dialogar con los niños sobre una realidad inevitable y trascendental, gracias a la sencillez y al realismo, carente de asperezas, con la que está escrito. A la comprensión del tema colaboran  las ilustraciones de Marco Recuero, centradas en reflejar el proceso de aprendizaje que lleva a la protagonista a comprender que todo ser vivo muere.

A pesar del tema, Para siempre es un cuento optimista. El dolor que la protagonista describe como «una cosa pesada y grande que no se iba» marcha cuando ella entiende que la pena que siente es un proceso natural, hecho que se produce en el momento en el que averigua a dónde van las personas y los animales que queremos y que ya no podemos abrazar. Es entonces cuando descubre «que nunca se van del todo, porque aquello que nos han dado es nuestro para siempre».

Para siempre está publicado en la editorial La fábrica de libros.

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