Mis relatosMis relatos para adultos
El hombre y ella. Relato sobre la soledad.
«¡No sé preguntar!»
Recuerdos… y olvidos.
«Son las tardes horas que, si las dejo tranquilas, se ponen a ladrar sin freno.»
Los dos balseros.
«Aquellos gritos, como repiques de campanas, se convirtieron en el único responso que tuvieron.»
La hoja de acanto.
«¡Acanto!, la hoja del triunfo sobre la muerte.»
Ovidio sí tiene un Don.
«Pero un día, alguien se percató de que el novato podía ser aprovechado…»
Alfonsina y el mar.
«Nada quiso dejar en la orilla…»
El violonchelo.
«Se expandirán por los campos las notas del violonchelo…»
Dolores y los monstruos creíbles.
«No quiere ser un ser sin alas.»
La viuda y el timado.
«Unos minutos más y enterraría la obligatoriedad de ser feliz.»
Silencio.
«¡Anselmo, habla, que no soy una estatua!»
La herencia de Antonio.
«¡Una gran carcajada ha partido en dos el blanco mármol!»
Eternidad.
«He descubierto, al mirar la Estrella, lo que Moisés dijo.»