SONIDOS DE LA NOCHE

«Voy a invitarte a una excursión por el bosque, durará toda la noche y la haremos a través de Sonidos de la noche», dije a mi vecino Marcos cuando le regalé el cuento. Y créeme que no lo defraudé.

Sonidos de la noche es un diccionario escondido dentro de un vistoso, atractivo y divertido libro que describe el mundo animal que vive en los bosques, las ciénagas y los pantanos cuando los niños duermen.

Marcos aprendió que los animales usan sus patas, picos, colas, orejas, morros… para atrapar a sus presas y que para ello saltan, vuelan, trepan, se arrastran, nadan y planean. Aprendió que los animales se comunican entre sí mediante los sonidos que emiten.

Mi vecinito descubrió que los animales nocturnos tienen más desarrollados los sentidos del olfato y del oído que los activos a la luz del sol. Y descubrió que algunos, incluso, ni siquiera ven, hecho que no les impide sobrevivir.

Sonidos de la noche muestra a los niños las fases de una noche: el atardecer, el crepúsculo, la medianoche y la llegada del alba, que da comienzo al nuevo día.

Por las páginas de Sonidos de la noche se pasean el murciélago rastrero con su oído fino, las cigarras con sus cantos estridentes, la esfinge calavera, que debe su nombre a las marcas que tiene a los lados del cuerpo, el chotacabras, que sale a volar con la boca abierta, el metódico tejón euroasiático, el ratón de campo con sus bigotes busca-setas y busca-caracoles, los chillones mapaches, los lobos y los osos negros, que no siempre son negros. El mundo de la noche comienza pronto y termina cuando el gallo canta y el tigre bosteza.

Necesitamos alimentarnos para vivir y para ello tenemos que matar a otros seres vivos. Los animales cazan y lo hacen de forma despiadada y esto está descrito en el libro porque estamos frente a un texto instructivo. Pero como es un libro infantil, la realidad está  suavizada gracias a las ilustraciones y al formato del libro: cuando abres Sonidos de la noche, los búhos ululan y se escuchan zumbidos, chasquidos, aullidos, rugidos…

Pero hay más, Sonidos de la noche es desplegable, tridimensional, se mueve. Parece que las ranas van a saltar, que el zorro te mira, que los murciélagos se van a posar sobre tu hombro…

Mi pequeño vecino Marcos aprendió, ahora que los bosques se queman con tanta impunidad, que entre  tupidos montes, pantanos y cumbres rocosas se esconden animales que son imprescindibles para el ecosistema. Marcos aprendió que los libros están llenos de misterios y que aprender con ellos es divertido.

Sonidos de la noche tiene las tapas duras y está publicado por la editorial SM. Es un libro para niños que ya saben leer.

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