TIFFKY DOOFKY. DE PROFESIÓN, BASURERO
«Nada de lo que hagas podrá impedirlo».
A ver si los convenzo para que Tiffky Doofky entre en los hogares donde hay pequeños lectores. Voy a comenzar por contarles que el álbum que hoy propongo tiene una trama que gira en torno al amor y a la esperanza. Una trama donde hay lugar para enseñar que el reciclaje es una forma de dar utilidad a objetos que otros ya no usarán y que el odio no tiene largo recorrido cuando tenemos claro nuestros objetivos.
Tiffky Doofky. De profesión, basurero está escrito y dibujado con desenfado y humor. Es un reloj que despierta a la razón haciendo uso de la imaginación. Es un cuento que revela que en toda meta topamos con dificultades, que el azar tiene su rol en la vida y que el destino, cuya condición es lo inesperado, no se puede controlar.
«… decidió que quería que le leyera las cartas».
Una oca adivina le comunica a un perrito, que se gana la vida como basurero, que antes de caer la noche encontrará el amor. ¡Oh…, el sueño del protagonista se hará realidad: una esposa hallará! Así comienza la aventura de Tiffky, quien por el camino se tropieza con una vieja gallina que lo hechizará.
«Allí había una mujer esbelta y majestuosa sujetando una sombrilla».
Tiffky Doofky. De profesión, basurero tiene las tapas duras, muy buena letra, está traducido por Jorge de Cascante y está recomendado para niños de entre cinco y ocho años. El álbum ha sido editado por Blackie Books, donde encontrarás otros títulos del célebre autor e ilustrador de cuentos infantiles William Steig (1907-2003), creador del verde y tierno ogro Shrek.
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