UNA VENTANA AL MUNDO

«… la peor escoria procede de los que quieren hacer del mundo un lugar mejor».

Isaac Bashevis Singer, Premio Nobel de Literatura en 1978, se inspiraba en los relatos orales jasídicos y escribía siempre en yiddish, el idioma de los judíos de Europa del Este.

Isaac Bashevis Singer era hijo de rabino y creció en un ghetto de Varsovia. Era animalista —no comía carne— y dueño de una manera de narrar clara, con tendencia a las parábolas y no libre de ironía. Bashevis Singer aseguraba que no tenía pretensión de «salvar a la humanidad», sino de ahondar en la «condición humana». Afirmaba que lo que motivaba sus ficciones, lo que lo atraía, era el vínculo establecido entre el hombre y sus pasiones. Su obra es emocionante. Leerlo es un placentero ejercicio para el alma y para el raciocinio.

La tradición judía polaca y la tradición judía norteamericana —el autor, huyendo del nacismo, emigró a Estados Unidos en 1935— se unen en su literatura. Bashevis no fue un ortodoxo, pero Dios es en su obra una presencia constante —no podemos olvidar que en Polonia conviven dos comunidades religiosas considerables y de influencia relevante en la cultura universal: la suya y la católica.

Bashevis buscaba sacudir conciencias, quería que el hombre, tan perdido en su tiempo de guerras mundiales, se reencontrara con su espiritualidad; es decir, consigo mismo.

El autor de Una ventana al mundo y otros relatos permitía que sus experiencias de vida participaran en su escritura. Fue así como consiguió anudar ficción y realidad, algo muy importante para él —en el Deuteronomio leemos: «… pregunta a tu padre y él te habrá de narrar, a tus ancianos y ellos te dirán» (32:7). 

El escritor en su casa de Manhattan.

Bashevis Singer utilizó todo lo que forma parte de nuestro mundo: acudió a la naturaleza y usó, también, lo creado con nuestras manos y con nuestra inteligencia. Estaba interesado en llegar a la conciencia de su lector, pues opinaba que el hombre es responsable de su destino.

La espiritualidad judía, la familia, el hombre moderno y sus «ideales», el nazismo y el estalinismo, la compasión, la vanidad, el libre albedrío, el repudio sufrido por su pueblo y el exilio forzoso son algunos de los temas que trató, con ese contar descriptivo que nos vuelve acompañantes mudos de sus personajes y lectores deseosos de saber a dónde nos conduce la trama.

Una ventana al mundo y otros relatos agrupa cinco cuentos inéditos y otro que fue publicado en «Minilecturas», colección de la editorial que los reúne ahora. Los cuentos que aparecen en este volumen son: Invenciones; El huésped; El último regalo; El regalo de la Misná; Una ventana al mundo y Job. Job, la última de las narraciones, resume el pensamiento de Isaac Bashevis Singer, a la vez que nos muestra el desencanto del autor por su mundo.

Isaac Bashevis Singer escribió, en cuadernos forrados y a mano, relatos para adultos y para niños. A los chicos les legó catorce narraciones sembradas de moralejas. Bashevis sabía que «los niños siguen creyendo en el bien, en la familia, en los ángeles, en los demonios, en las brujas, en los diablos burlones, en la lógica, en la claridad, en los signos de puntuación y en muchas cosas incomprensibles» —en este blog pueden leer Bashevis y Sendak: «El primer Shlemiel» y «La cabra Zlateh». 

Termino mi reseña con un trocito de El regalo de la Misná. Dice así:

«—Todo está bien —musitó Reb Israel—. Mientras el hombre tenga poder de decisión, Dios debe ocultar Su Rostro».

Una ventana al mundo y otros relatos está traducido por Andrés Catalán y ha sido publicado por la editorial Nórdica. 

ENLACES RELACIONADOS

Bashevis y Sendak. «El primer Shlemiel» y «La cabra Zlateh».

La destrucción de Kreshev (Isaac Bashevis Singer).

Mi nombre es Asher Lev (Chaim Potok).

A Petr Ginz, asesinado en Auschwitz.

Títulos sobre el Holocausto.

El cuaderno de los bocetos de Auschwitz.

El deseo de Sarah para el día de Reyes.

Marc Chagall. Entrevista con James J. Sweeney.

Had Gadya (El Lissitzky).

Sobre «El Diario de Ana Frank». Incluye la película.

Ahí está mi casa (Hans Keilson).

Clarissa (Stefan Zweig).

Carta de una desconocida (Stefan Zweig). Película.

Mendel el de los libros (Stefan Zweig).

El triunfo de la belleza (Joseph Roth).

Una historia crepuscular (Stefan Zweig).

Tardía fama (Arthur Schnitzler).

En la colonia penitenciaria (Franz Kafka).

Bedrich Fritta. «Hombre doliente». Dibujos.

Marc Chagall, el pintor bígamo.

Marc Chagall. Entrevista con James J. Sweeney.

El gran libro verde (Robert Graves-M. Sendak).

En la cabeza de Bruno Schulz (Maxim Biller).


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