URUEÑA. MUSEO DE INSTRUMENTOS MUSICALES
«Érase una vez una villa donde las vihuelas coqueteaban con los tambores…».
Joaquín Díaz en la biblioteca de la Fundación.
En lo alto de un cerro, donde la vista se pierde en una paleta de tonos marrones y verdes otoñales, hay una villa que conserva un trozo de su antigua muralla guerrera. Se llama Urueña y se encuentra en la provincia de Valladolid.
Las calles estrechas y laberínticas de Urueña, travesías donde los pájaros a toda hora trinan, ofrecen al visitante museos y librerías.
Armonio, hacia 1900.
(Apareció en París a finales del siglo XVIII. Este que vemos fue fabricado en Burgos, en Medina de Pomar, por Jesús Domínguez. Es un modelo único con teclado de cuatro octavas. Su constructor lo patentó como «Divina Pastora».)
Automatique Concert, 1910.
(En 1896 apareció el primer gramófono tragaperras. Este aparato tuvo su sitio en salas de bailes, bares, hoteles… Permitía que la música sonara en todo el local, a través de la bocina amplificadora, o que fuera escuchada con auriculares. Había que escoger un disco, ponerlo en el plato, dar cuerda manual al gramófono y echar las monedas. Traía incorporado un listado con los nombres de los títulos disponibles. Por cierto, tenía muchos temas cubanos. Al brazo del aparato se le conoce como «cuello de ganso».)
Hoy deseo hablar del museo creado por el músico, investigador y folclorista Joaquín Díaz González (Zamora, 1947). Se trata, fundamentalmente, de un espacio donde se encuentran reunidos una gran variedad de instrumentos musicales, aunque también hay expuestos pliegos de cordel y grabados que muestran trajes de baile de diferentes épocas de Castilla y León. La colección recibió, en sus inicios, el nombre de Centro Etnológico de Urueña, pero a partir de 1994 fue rebautizada como Fundación Joaquín Díaz.
Izquierda: Graphophone Columbia Q, 1906. Derecha: Kasten Puck, fonógrafo,1909.
(El Graphophone se inspiró en la idea del «Tinfoil» de Edison. A la máquina se le agregó un rodillo de cartón recubierto de cera para dar mayor estabilidad a los registros. El fonógrafo Puck nació en Alemania y posee una caja que sólo tiene una función estética, pues estaba destinado al gran consumo. Como curiosidad decir que en este aparece un dibujo modernista —un pajarito rodeado de flores.)
Castañuelas de diferentes tipos y épocas.
(Las castañuelas se convirtieron en el Renacimiento en un instrumento importante. Eran utilizadas para marcar el ritmo y los pasos. Pero no es hasta el siglo XVIII que aparecen los primeros estudios sobre la manera de utilizarlas.)
Urueña tiene aires medievales. Allí, entre las calles protegidas por las fachadas de las casas de adobe y las de piedra de sillería, se encuentra la primera y única Villa del Libro de España. El título, que fue otorgado en 2007, convierte al lugar en ruta necesaria de la red de Villas del Libro del Mundo.
Urueña acoge también el Museo del Cuento, el Museo del Libro, el Museo de las Campanas y el Museo de la Música—el Museo de la Música exhibe una parte de la colección de instrumentos de Luis Delgado, pero la dedicada a gramófonos y fonógrafos se encuentra en la Fundación Joaquín Díaz.
Graphophone Columbia C, 1897.
(El aparato no fue usado solamente con fines musicales, también sirvió en las oficinas para tomar dictados. El que se encuentran en la exposición tiene auriculares.)
En la Casa del Mayorazgo, donde se halla la Fundación, encontramos instrumentos curiosos, antiguos, sencillos o artificiosos. Instrumentos de formas distintas y de tiempos opuestos. Ingenios de factura artesanal o mecanizados, que han sido realizados en madera, barro, metal, piedra, hueso, concha, cáscara de nuez, marfil, tela… En todos los materiales que la naturaleza ha puesto al servicio del hombre inspirado.
Hablar de instrumentos musicales es hablar de interpretación, de creación, del sonido del alma. Entrar en un museo como el de Joaquín Díaz es como entrar en un mundo nacido de la unión de sentimientos, artesanía y ciencia. Contemplas las piezas y las sientes vibrar en manos expertas… o en ásperas manos. Pero siempre en dedos ágiles y emocionados.
El espacio creado por Joaquín Díaz González es un lugar donde tiene cobijo un trocito de la historia de la humanidad.
Palillos, ginebras (hueseras), triángulo, hierro, trompa de boca, platillos, campanitas (esquilas), sonajas, almireces…
Matraca de campanario proveniente de la diócesis de León, siglo XVII.
DOS
Pito, 1980.
(Nada vence al que algo quiere.)
El museo de Joaquín Díaz distribuye los instrumentos de acuerdo a la familia a la que pertenecen. Los hay aerófonos (vibra una columna de aire), cordófonos (vibran las cuerdas), membranófonos (la membrana produce ondas sonoras) e idiófonos (suena el propio material del instrumento).
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En la rama de los aerófonos se encuentran el reclamo, el requinto, la dulzaina, la gaita, la flauta, la ocarina, el cuervo de cabra, la gayda, el acordeón, la armónica…
Dulzaina, hacia 1900.
(Esta dulzaina de ébano perteneció a Ángel Velasco, quien fue, a finales del XIX, el constructor e intérprete más importante del instrumento. Velasco adaptó temas populares a la dulzaina. El músico incorporó llaves al aerófono, creando así el modelo castellano.)
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En la rama de los cordófonos hallamos el rabel, el salterio, la cítola, la viola, la mandolina, el banjo, el laúd, la bandurria, el organillo, la cítara…
Cordófonos.
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En la rama de los membranófonos descubrimos al bombo, la caja, la zambomba, el pandero, la pandereta, el mirlitón, el tamboril, el timbal…
Membranófobos.
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En la rama de los idiófonos están las campanas, las sonajas, los palillos, las carracas, las matracas, la nueces, las ginebras, las esquilas, las castañuelas, los cencerros, los carajillos…
Idiófonos.
Como puedes apreciar, hay instrumentos toscos y delicados, sobrios y descarados. Creaciones siempre dispuestas a amenizar momentos de recreo o de recogimiento.
Aquí les dejo algunas de las fotografías que realicé con la idea de acercar la Casa del Mayorazgo a tu hogar. Son imágenes de Instrumentos que nacieron para ser usados en conciertos y bailes, en ritos religiosos, en guerras, en cazas… En todas las facetas de la vida humana.
Pianoforte Clementi, hacia 1815.
(Clementi fue un célebre intérprete italiano —se le comparaba con Mozart— y fue constructor de pianos, que se hicieron famosos por su elegancia. Creó su marca Clementi & Company en 1809.)
Gamanette Bing, gramófono, 1920.
(Gramófono circular de hojalata destinado al público infantil. Fue creado por la empresa Bing, popular por sus trenes de juguete.)
Distintos reclamos.
(Son instrumentos que intentan emular el sonido de las aves para atraerlas. Habitualmente se usan para cazar.)
Decía Hans Christian Andersen que donde fallan las palabras… ¡la música habla! A continuación podrás escuchar El romance del Conde Olinos, un tema que pertenece al romancero clásico español y que es bellamente interpretado por Joaquín Díaz, el hombre al que debemos la Fundación de la que les he hablado hoy.
ENLACES RELACIONADOS
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Oscar Wilde, Alla Nazimova y Natacha Rambova. “Salomé”, película íntegra.
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