VÍCTOR VASARELY Y EL OP ART

«El gran temor es que el arte se convierta en ciencia, lo inconmensurable en mensurable».

Bi-Octans (Sistemas Universales a partir de un Sistema Plástico), acrílico sobre lienzo, 1979.

Enfrentarse a las composiciones de Víctor Vasarely (1906-1997) es como enfrentarse a un tornado estando al descubierto. Las pupilas se dilatan ante sus propuestas, esas que gustaba llamar pantallas, y experimentamos cómo nuestro cuerpo siente los efectos creados por líneas, colores y formas que parecen renovarse como las figuras de un caleidoscopio.


Nora-Dell (Estructuras Vega), serigrafía sobre papel, 1974-1979.

El tornado de Vasarely no es más que un experimento óptico. Un engaño. Las formas unas veces se expanden, otras se contraen, otras veces parecen multiplicarse; suelen superponerse, deformarse y en ocasiones nos ofrecen un espectáculo de cóncavos y convexos. A veces, las geometrías de un mismo lienzo giran en sentidos opuestos.

Stri-Oet (Algoritmos y Permutaciones), acrílico sobre lienzo, 1979.

Las obras de Víctor Vasarely hipnotizan las pupilas del espectador, de tal forma que terminamos creyendo en falsas apariencias. Se produce un magnetismo cuando el tornado, construido por el artista, nos atrapa y nos hace girar alrededor de sus construcciones. Tenemos sensaciones físicas, como agobio, ansiedad y mareo.

Manipur-negativo (Estructuras Vega), acrílico sobre lienzo, 1971.
(Vega es la estrella que más brilla en los veranos del hemisferio norte. El artista fue un apasionado del cosmos y los cuerpos celestes lo fascinaban.)

Las propuestas de Vasarely rompen con la pintura tradicional. Sus planteamientos no están enlazados con la parte emocional del espectador, no conectan con el espíritu. Él pretende otra cosa. Él nos hace prisioneros de otra manera.

Basándose en principios científicos y en estudios sobre el comportamiento del ojo humano, Vasarely construye un discurso gráfico que provoca una catarsis en el espectador.


Estudio de materiales. Madera (Período Gráfico), óleo y témpera sobre cartón, 1939.
(El Período Gráfico, su primera etapa artística, abarca los años que van desde 1935 a 1939. Comienza a usar franjas, ajedrezados y perspectivas axonométricas en su época de diseñador.)

A Víctor Vasarely le gusta el mirón. Él crea mirones voluntarios.

Usando colores, creando un mecanismo de líneas y fragmentando formas geométricas consigue efectos sorprendentes que nos mantienen atrapados. Es el mago de las ilusiones ópticas.

En su primera etapa, Vasarely creó estructuras ajedrezadas; luego llegó el tiempo de las narraciones con formas de panal; más tarde los acrílicos construyeron armaduras keplerianas; después decidió sacar triángulos de hexágonos… Y todo lo que ideó iba encaminado a provocar una reacción en el público.

Kotzka (Sistemas Universales a partir de un Alfabeto Plástico), acrílico sobre lienzo, 1973-1976.
(Inspirado en el cubo de Kepler.)

El artista húngaro, radicado en París, buscó en el ojo un aliado para dar movimiento a sus pantallas. Basándose en algoritmos creados por él, convirtió su trabajo en espectáculo. Estos algoritmos recogen un sistema de formas regulares y de códigos de colores, numerados y clasificados, que permiten un número virtualmente infinito de composiciones diferentes.


Gixeh II (Período Blanco y Negro), óleo sobre lienzo, 1955-1962.
(Es el inicio del Op Art. ¿Cómo crea ilusión óptica? Con fuertes contrastes de blanco y de negro y con figuras geométricas que separa para romper la serie.)

La Teoría de la Gestalt fue decisiva en el trabajo de Vasarely. La Teoría de la Gestalt defiende que la mente humana no está limitada por lo observable —las experiencias subjetivas y las actitudes tienen un papel relevante en el comportamiento de la mente—. Esta corriente de la psicología moderna surgió a principios del siglo XX como respuesta a la psicología conductista. Para los gestaltistas el hombre es activo, positivo y su percepción de la realidad abarca más que la información que recibe.

A la izquierda: Zila, acrílico sobre lienzo, 1981. A la derecha: Pavo II, acrílico sobre contrachapado, 1979. Serie Sistemas Universales a partir de un Alfabeto Plástico.

Sin el espectador la obra de Víctor Vasarely es inconclusa. Sus propuestas dependen de la percepción del observador, de lo que este experimente frente a la pieza, de cómo asimila las imágenes en función no sólo de lo que ve a primera vista, sino de la sensaciones que las figuras (Gestalt) creadas generan en su mente. Es un proceso donde participan la memoria, la experiencia y la inteligencia de quien observa los espacios que parecen expandirse.

Las creaciones de Vasarely nos obligan a movernos alrededor de las mismas, a interpretar las formas geométricas abstractas. Obliga al ojo a crear su propia pantalla con la información que recibe y que cae en cascada, que vibra, que baila, que centellea, que oscila…


Doupla (Sistemas Universales a partir de un Alfabeto Plástico, acrílico sobre lienzo, 1970-1975.
(El binomio forma-color era para el artista como las moléculas a partir de las cuales se fundó el universo.)

Cebra (Estudios precinéticos y Naissances), tapiz de lana, 1938-1960.
(En esta época aún encontramos figuras como cebras, arlequines, marcianos… Pero ya comienza a probar desplazamientos y deformaciones con la intención de conseguir movimiento.)

La idea de llevar el arte a la vida cotidiana fue otra de sus aspiraciones. Vasarely fue defensor del arte seriado. En su Manifiesto Amarillo, escrito en 1955 con motivo de la exposición celebrada en París bajo el nombre de Le Mouvement, se lee que «…el arte del mañana será un tesoro común o no será».

Vasarely apoyaba el arte colectivo y al alcance de las masas. Su defensa de las reproducciones hizo que al final de su vida sus obras originales se devaluaran —el coleccionista quiere exclusividad—. Además, el arte social no es posible cuando, como suele suceder, se considera un negocio —¿las reproducciones son arte o son copias? Tema interesante que requiere un gran debate.

Relieve de pared en porcelana para Rosenthal, cubos de porcelana policroma esmaltada montados en metal (Múltiples), 1970. 

El Op Art abarcó un espacio que fue más allá de los lienzos. El Op Art fue una corriente artística que participó de la moda y que fue motivo de decoración de objetos muy variopintos.

Márton Orosz, director del Múzeum de Budapest, afirma que, «el Op Art era un bien público, pero a la vez estaba al servicio de la sociedad de consumo». Vasarely, incluso, llegó a proponer una alianza entre arquitectos, ingenieros y artistas para construir nuevas ciudades.

A la izquierda: Estudio BR 14, serie «Pignons»: Muros ciegos, Integraciones monumentales, Viviendas colectivas, Edificios grandes, técnica mixta sobre cartón, 1970. A la derecha: Estudio BR 3, de la misma serie, técnica mixta sobre cartón, 1970.
(Ambos proyectos pertenecen a Folclore Planetario, que responde a la idea de la construcción en serie de ciudades grandiosas y artísticas.)

Folclore planetario es el proyecto con el que pretendía establecer un lenguaje universal —«un arte democrático» no aprisionado en los museos— y  construir ciudades amplias en entornos hermosos —sus ideas estaban inspiradas en la ciudad utópica de Tomás Moro (1478-1535).

Victor Vasarely deseaba que el artista tuviera protagonismo en el proceso de transformación de la realidad.  Llevó a la práctica su idea de integración arquitectónica cuando construyó el edificio que dio cobijo a su Fundación.

Helios (Sistemas Universales a partir de un Alfabeto Plástico), serigrafía sobre vidrio, 1964.

Efecto estroboscópico —destellos que se producen cuando un objeto, que se mueve de forma rápida y periódica, es iluminado para provocar una sensación óptica—, imágenes superpuestas, efecto prisma, perspectivas axonométricas…, fueron recursos empleados por el artista para conseguir que la retina recibiera un impacto global, no definido.

¿Por qué? Porque se trataba de ocultar el truco. Recuerda que él es un ilusionista que presenta un espectáculo pictórico en movimiento. Recuerda que él sabe que si permite que los detalles sean captados a la primera no hay juego focal y, por tanto, no notaremos la sensación de que la composición, en soporte plano, es cambiante. Y si la composición no es cambiante no se consigue otro de los objetivos deseados: ofrecer múltiples escenarios.

El mundo bidimensional de Vasarely es el de las falsas apariencias.

Trybox (Algoritmos y Permutaciones), acrílico sobre lienzo, 1979.

Los trazos formados en un vendaje, que de niño tuvo que llevar en una mano producto de una herida, despertaron sus fantasías lineales. Fantasías que fueron creciendo cuando posaba su mirada en los cristales empañados de las ventanas, cuando contemplaba, desde un vagón en marcha, las vías paralelas de un tren, cuando el viento peinaba rizos en el mar, cuando las grietas de los azulejos, de una estación de metro parisina, lo embrujaban.

Línea y movimiento. Vasarely propuso un alfabeto visual y dio paso al ciclo de la ilusión óptica.

Norma (Sistemas Universales a partir de un Alfabeto Plástico), acrílico sobre lienzo.
(Unidad Plástica: «Concepto basado en la interacción estructural entre forma y color, expresada en la ecuación 1=2  2=1: una unidad consta de dos formas y dos formas constituyen una unidad».)

¿Cómo consiguió Víctor Vasarely dar movimiento a una superficie plana?

Con formas geométricas —círculos, rombos, puntos, cuadrados, elipses.
Combinando y repitiendo colores y formas que varían «dentro de un sistema regulado».
Compaginando líneas rectas y sinuosas.
Compaginando líneas y círculos.
Usando colores puros.
Dando ritmos diferentes a las esferas dentro de un mismo trabajo —juego de curvas cóncavas y convexas.
Troceando formas grandes para multiplicarlas y así poder crear microestructuras con las que conseguir un efecto tridimensional.

EG-1-2 (de la serie «Kanta»), Folklore Planetario, bloques de poliestireno encastrados en resina de poliéster, 1973.
(Colores homogéneos y formas constantes —ambos numerados y dispuestos regularmente— fueron propuestas suyas para alegrar entornos cotidianos.)

Pero también obtuvo respuestas cognitivas con:

La perspectiva axonométrica.
La utilización de acrílicos —provocan efecto liso y brillante.
El sistema serial.
El proceder cientificista —esta característica suya hay que verla en el marco de la búsqueda de opciones para desarrollar sus proyectos y no en la realización de los mismos. No usaba ordenador.
La aplicación del efecto moiré —se cruzan retículas o tramas que no coinciden por completo, consiguiendo un resultado geométrico de distorsión. Genera un efecto visual, ya sea de onda o fluctuante.

A la izquierda: Yllus, acrílico sobre lienzo, 1978. A la derecha: V.P 102, acrílico sobre cartón, 1979. Ambos pertenecen a la serie Algoritmos y Permutaciones.
(Sus «programaciones» surgían de los colores y sus tonos y de las formas que cada imagen representaba, evitando toda referencia personal o de otro ámbito que no fuera el pictórico. La fórmula buscaba una amplia variedad de imágenes ópticas, que conseguía gracias a complejas repeticiones.)

El Museo Nacional Thyssen- Bornemisza ha organizado una exposición que ha titulado Víctor Vasarely. El nacimiento del Op Art. Ochenta piezas nos ofrecen un recorrido que va desde el inicio de la carrera del artista hasta el final de la misma. La muestra está dividida en siete secciones: Estructura Vega, Período Gráfico, Estudios Precinéticos y Naissances, Belle/Isle y Cristal/Denfert, Período Blanco y Negro (el inicio de el arte cinético), Sistemas Universales a partir de un Alfabeto Plástico, Algoritmos y Permutaciones, Folclore Planetario y Múltiples.

Recorriendo las diferentes salas podemos apreciar el camino recorrido por Víctor Vasarely hasta llegar al Op Art —Vasarely fue el fundador de esta corriente artística que surgió en los años sesenta del siglo XX.

Caracas 1957 (Período Banco y Negro), tapiz de lana.

La sensación que provocó en mí el sentir que, a pesar del vértigo y del aturdimiento, no podía despegar la vista de sus pantallas no la puedo describir. ¡Dios mío, esas cebras…! ¡Esas geometrías imantadas en planos que se acercan y se alejan…!

Los catálogos, o unos pocos cuadros colgados en un museo, no le hacen justicia al arte de Víctor Vasarely. Sus composiciones son un experimento que hay que vivir en directo… ¡y a lo grande! Desde aquí, una vez más, doy las gracias al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza por tan espectacular exposición.


Kroa-MC (Múltipes), serigrafía sobre metal, 1969.
(«Múltiples» es una serie que recoge objetos artísticos basados en un prototipo. Están hechos industrialmente, pero bajo la supervisión del artista.)

Su experiencia en la Bauhaus húngara, su relación con el suprematismo ruso, su pasión por Paul Cézanne (1839-1906), su interés por Georges Pierre Seurat (1859-1891), por Piet Mondrian (1872-1944), por el movimiento cubista, por el futurista y un ansia infinita de adentrarse en los arcanos del cosmos hicieron posible que Victor Vasarely convirtiera la geometría en arte.

Zint-MC (Algoritmos y Permutaciones), acrílico sobre lienzo, 1960-1970.

A finales de los años cincuenta escribió:

«La geometría es capaz de representar las leyes del universo, el camino está en la búsqueda de la geometría en el interior de la naturaleza».
Nota: Me ha sido imposible conseguir que las fotografías hagan justicia a los colores reales de las piezas expuestas. El brillo de los acrílicos, la iluminación de las salas, el efecto vibrante de las obras y el móvil me lo han puesto muy difícil. Pero no importa, me permiten acercar la muestra a tu casa.

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“Así comencé a pintar dinero” (Andy Warhol).

Los carteles de Roy Lichtenstein.

Arte americano en la colección Thyssen.

Georgia O’Keeffe y Elizabeth Bishop.

Sonia Delaunay. Arte. Diseño. Moda.

El arte en revolución. De Chagall a Malévich.

Lina Bo Bardi: tupí or not tupí (1946-1992).

El arte de entreguerras en Italia (1917-1933).

Fernando Botero y su pintura (CentroCentro).

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El cartel publicitario y el cartel Art Nouveau.

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